El tiempo se hace
eterno esperando día tras día que las tímidas gotas de agua caigan en mi perpetuo
cuerpo. Quiero sentir poco a poco como crecen, se hacen más fuertes y
rápidas hasta sentirlas resbalar por mi garganta. Esa sensación es la que me
mantiene viva a pesar de esta postura tan incómoda que tengo que soportar. Pero
la lluvia no llega, hace mas de 9 meses que no llueve, las pocas gotas que han
resbalado de las nubes tan solo han podido limpiar mis lagañas, mi garganta
sigue seca y si pronto no llueve tendré que hacer que las nubes lloren. Ese fue
el trato
Sera que los
humanos han tomado conciencia y han dejado de mentir?
Inmóvil como
siempre, espero a que la noche cubra la ciudad, sin dejar de sonreír
maléficamente imaginando mi recompensa. Poco a poco el silencio se va
apoderando de la plaza. Estoy expectante, ansiosa, esperando mi presa. Las
campanas de la catedral están dando las doce y el sonido de unos pasos
caminando por la plaza anuncian la llegada de alguien. Poco a poco
sigilosamente desciendo, amparándome en las sombras que bailan con la noche.
El humano no sabe
lo que se le avecina, camina ensimismado en sus cosas. Llega demasiado
tarde a su casa y la explicación que tendrá que dar ha de ser muy
convincente. Su mujer y su hijo siempre creen todo lo que les dice, realmente
ha mentido muchas veces y esta será una vez mas, aunque él no sepa que a
partir de ahora será diferente. No puede decir que llega tarde porque ha estado
en los brazos de otra mujer, no, todavía no quiere. Pero yo lo sé desde hace
tiempo.
Me voy acercando al el, leyendo perfectamente su mente, no es la primera vez ni sera la ultima.
Desde mi pedestal inmortal he vivido miles de veces mentiras de todo tipo,
conozco perfectamente la gente de esta calaña, no sienten ni padecen a sí que
al fin y al cabo dejarles insensibles no se notara mucho.
El hombre se sintió
observado, pero allí no podía haber nadie, la verja que rodeaba la catedral no
daba lugar a escondite. Sin embargo un tremendo escalofrió le puso en
guardia y acelero el paso.
Tengo que
asegúrame que es un pecador no arrepentido o la lluvia no llegara.
Espero y le sigo
silenciosa con mis enormes ojos impasibles, observando como se adentra
por una de las callejuelas que llegan a su casa.
Camina
deprisa, su cabeza es un hervidero de sensaciones nuevas, de miedo y de
angustia. De pronto le rozo la espalda con suavidad, mis enormes garras quieren
empezar ya.
Se detuvo y giró en seco esperando no encontrar nada, que solo hubiera sido el
viento frio que estaba calando en su piel y erizando todos sus pelos. Pero se
encontro conmigo, una extraña criatura que lo mira con una diabólica y
grotesca sonrisa, adivinando sus pensamientos. Y sin darle tiempo a
reaccionar abrí mi enorme y sedienta boca abalanzándome sobre el, mordiéndole en
el corazón con una feroz saña.
La lluvia empezó a
caer tímidamente, cogiendo fuerzas poco apoco, mientras yo aposentada de
nuevo en mi eterna cornisa empiezo a sentirla resbalar por mi garganta.
El humano salió de
su casa caminando, arrastrando perezosamente sus pies bajo la lluvia, se paró
frente a la catedral subiendo su mirada despacio por las piedras que forman las
paredes, hasta encontrarme. Mi grotesca cara le está mirando sin dejar de
sonreír.
Que más te da,
antes tampoco te servía para mucho, le dije sin dejar de sonreír irónicamente
como yo solo sé.
Ambos sabían porque
aquella maldita gárgola tenía su corazón
-Ahhh que dolorrr,
esto empieza a ser cada vez peor... Espero saber controlarme…
Ha sido
increíblemente fascinante ver hincharse semana a semana el vientre donde crecía
mi hija, la transformación del cuerpo es alucinante y sinceramente
acomplejante, son demasiados los cambios que experimentan el cuerpo y la mente,
aunque tu marido te diga que estas guapísima y ponga cara de póker cuando te
asaltan los antojos.
Sí, soy una Diosa,
y tú, y ella y todas las mujeres del mundo. Porque somos capaces de crear vida.
Estamos hartas de oír que Dios creó al hombre a su imagen y semejanza…no? pues
Dios tenía que ser mujer.
-Aquí está de
nuevo…ahhhhh cada vez duran más…
Tengo a mi lado a
mi marido intentando… ni él sabe que intentar, ni que decir, ni que hacer. No
se puede mantener una conversación así, en esta postura y menos con estos
dolores. El pobre se muerde su labio inferior y con cara de que le duele a él
también me separa con mucha ternura el pelo de la cara y me pregunta con
los ojos entre dolor y dolor, que tal estoy. Ni fuerzas tengo para
contestarle, solo me sale una temblorosa sonrisa y en mi cabeza se
agolpan un montón de blasfemias.
Me vienen a la
mente esas figurillas de mujeres embarazadas sin cara que tienen
miles de años y que supuestamente son el primer arte. No me extraña nada que
nos hicieran estatuas, monumentos y de todo. Parir es un milagro, es mágico,
pero hay que ser realistas… DUELE!!!.
-Dueleeee,
duele muchoooo…
Claro que sin vosotros
no podríamos crear vida, pero es que os ha tocado la parte más fácil y
sin dolor no hay premio… Decididamente Dios es una mujer.
-Buf…. ya
está aquí otra veeeeeeeeeez…. ahhhhhhh... ni Diosa, ni porrasaaaas…
Con mi respiración
agitada y mis riñones doloridos me pregunto como si Dios es una
mujer permite que duela tanto parir. Pero entonces recuerdo las cientos
de historias de partos que he oído durante los últimos 9 meses. Nunca es igual,
los cuerpos son diferentes a si que los partos también.
-Empiezaaaa
de nuevoooo……. ahhhhh... mamaaaaaa porque no me quitaste la idea de
hacerlooooo....
Recuerdo que
mi abuela me conto que cuando nació mi padre estuvo 3 días de parto, con mucho
dolor de riñones y en cuclillas. Joer abuela, me has dejado lo
mejor… a mi madre no la fue tan mal… porque no se podrán elegir los genes…
-Esperooooo….
que esto termine prontoooooo…. no me quedan fuerzasssssss...
Pero siempre
quedan, quedan para mirar a tu marido y sonreírle con el corazón a cien y la
respiración acelerada. Vaya se repiten las mismas cosas que en los mejores
momentos… Quizás por eso, porque este será el mejor de los momentos… Pero
cuando todo termine!!! Volviendo al marido, le sonríes y le dices:
-Tranquilo
estoy bien…
Mentira!!! Porque
siempre tenemos que mentir para no asustarles?.. Que sufra de verdad, que
pase miedo como tú, dile que duele mucho, que es insoportable y que ya no
puedes mas, que se ponga en tu lugar un ratito que le toca ahora a el sufrir
las contracciones y a ti apartarle el pelo de la cara…
En las clases
de preparación al parto se aprenden muchas cosas, a respirar cuando los dolores
atacan y a mantener la calma ante determinadas circunstancias. Chicas, pero
cuando duele…. Hasta la calma se vuelve loca!!
-Ay
joerrrrr.... otra vez.... aprieto los dientes y clavo las uñas en la mano de mi
marido y sigo aguantandooo como una Diosaaaa…
Ya no me da tiempo
a descansar entre contracciones, el final tiene que estar cerca, pasar de 2 cm
a 10 no es fácil, es un proceso lento, a veces demasiado lento.
No sé si Dios es
varón o hembra, pero si estamos hechos a su semejanza llevamos en
nuestros genes parte de ellos. Somos hombres (Ser animado racional, varón o
mujer). Por eso los Dioses cuando nos crearon nos hicieron a su imagen y semejanza,
con el poder sobre los animales, no con el poder de dominar a ningún otro
ser humano.
-Puñetero
dolorrrr… se de sobra porque estas aquiiiii… Mi hija esta cercaaa...
De repente me
entraron unas ganas enormes de empujar. Decir esa palabra por la boca de una
primeriza hizo que las enfermeras corrieran a buscar al médico.
-Me llevan al
paritorio, ya es hora, estoy agotada. Ha llegado la hora.
Y puje... saque las
fuerzas no sé de donde, creo que mi hija me las dio...
De pronto ya no
sentía dolor... Una sensación liberadora me invadió al verla nacer. Se paró el
mundo y solo estábamos nosotras. Me sentí una diosa de nuevo.
El mal rato, mejor
dicho las malas horas habían merecido la pena.
Estoy segura que
mujeres y hombres fueron creados con igual dignidad, autoridad, capacidad de
pensar y de decidir. Sin intención de supeditar a ninguno bajo el mandato del
otro. Los dos se complementan, los dos son IGUALES.
Horas más
tarde cuando estábamos los tres solos en la habitación y mientras inspeccionaba
cada centímetro de su cuerpo, contando dedos, orejas, comprobando que no había
nada deformado y llenando mi cara de una gran sonrisa, me volví hacia mi marido
y le dije:
- Una y no más,
esto no lo pienso repetir...
Pero repetí...
Aunque esa es otra historia.
Ya han pasado 18
años desde aquel día, y mi peque ha crecido mucho. Esta entrada quiero
dedicársela a ella, ha entrado ya en la edad adulta y es ahora cuando más
tiene que sentir que es una Diosa.
Si volviera a nacer
no me importaría pasar por lo mismo con tal de estar juntas otra vez.
...Ha
merecido la pena... Si fue precioso sentirte dentro aun lo es más sentirte
fuera.