El verano hacia días que había terminado y el hermoso otoño estaba empezando a hacerse sentir.
A si estaba yo, receptiva a todo lo que pasaba a mi
alrededor. Había sido un día duro de
mucho trabajo, pero a pesar de todo quise volver a casa dando un paseo, disfrutando de
esos nuevos aromas y colores que se
estaban apoderando de la ciudad.
Un cartel pegado a un cristal
llamo mi atención, me acerque, me quede mirándolo y ya nada volvió a ser igual. Una luz cegadora salió
quien sabe de dónde y me llevo muy lejos, pasado presente y futuro desfilaron en
mi cabeza a velocidades supersónicas. No sentí miedo, todo lo contrario, una
gran alegría empezaba a recorrerme. Mi cuerpo se negaba a moverse, o es que no podía?.
Mientras mi mente corría una loca
carrera sin poder controlarla... Me deje llevar sin poner resistencia. Y empecé
a realizar todos los pasos que el cartel tenia escritos.
Envuelta en esa luz, con
mi mente abstraída comencé a caminar sin saber muy bien a donde, atravesé
la ciudad hasta llegar a una enorme nave que estaba a las afueras y allí me di
cuenta de que no estaba sola, que había mas gente como yo. Todos juntos en
silencio entramos en una gran sala, apenas se oían susurros, los pasos eran
indecisos, apuntaban todos en la misma dirección, como autómatas, con la mirada
baja, nadie se atrevía a mirar a su alrededor. De pronto al final de la sala
aparecieron unas figuras muy parecidas a nosotros, nos fueron colocando en
distintos sitios y comenzaron a hablar.
Al principio les entendía todo pero
enseguida deje de hacerlo. Mi cabeza comenzó a llenarse de extrañas palabras,
palabras que no había oído nunca y que luchaba
por ponerlas en orden en mi mente, sin conseguirlo. Eran palabras fuertes :ISO, exif, balance de
blancos, diafragma, F, nanómetros,
temperatura del color, obturador, pentaprisma, RAW, fotómetro, visor, rango
focal, gran angular, ojo de pez, profundidad de campo, AF, modo bulb, y muchas más.
Todas iban entrando a gran velocidad e intentando encontrar un
huequecito donde colocarse, pero no había manera, el caos era total, chocaban
unas con otras sin saber dónde ponerse y lejos de estar contenta mi confusión
se acrecentó y la decepción se apodero de mi. Quise irme, pero no podía, la
puerta estaba muy lejos y estoy segura de que antes de que llegara a ella esos
"seres" me lo impedirían, eran muchos y estaban por todas partes. Cuando
les miraba detenidamente, influían en mi una fuerza hipnótica tan fuerte que era incapaz de rechazarles. En
las sucesivas horas o días, quizás semanas, perdí el control del tiempo intentando organizar
toda esa información pero era tanta que no lo conseguí. Esos "seres"
estuvieron hablando sin parar durante horas y días y aun sigo oyéndoles de vez
en cuando, incluso creo que hasta puedo verlos alguna vez.
Fueron muy amables, a
pesar de todo lo que dice la gente que
son ...
Un buen día nos dijeron adiós,
igual que llegaron se fueron. Desparecieron del fondo de la sala y nosotros
volvimos a salir por donde entramos. Solo unos pocos quisimos quedarnos y ellos
nos acogieron con la mejor de sus sonrisas y con una eterna paciencia.
Aunque
lo cierto es que ya nada era igual. Habían plantado una semilla en mi cabeza
que ya estaba empezando a crecer, a mi mano le había salido un bulto extraño,
negro, de unos 700 gramos del cual me advirtieron que con el tiempo iría
creciendo. Digo extraño porque se puede ver a través de el, y cuando te
acostumbras a mirar ya nada te parece igual. La vida te cambia!
Un buen día empecé a ordenar todas esas palabras que flotaban en
mi cabeza las que ellos me inyectaron y poco a poco estoy consiguiendo poner
orden ahí dentro. Tengo poco tiempo, todos lo tenemos, a si que tuve que
decidir entre este mundo desde el que me leéis o ese otro nuevo que había
descubierto y al que desde muy joven siempre quise acceder.
Aun sigo abducida y peleando por que el orden de mi cabeza pase
a mi ojo , después a ese bulto extraño de mi mano y por fin se convierta en un
instante eterno.
Pero a pesar de todo, no os he olvidado ni un solo día. Espero y
quiero volver por aquí y por vuestras casas de vez en cuando, sin prisa pero no
con tanta pausa. Tener paciencia conmigo...
Si vecinos, como ya habréis deducido, he sido abducida por la fotografía.
Una pasión que siempre ha estado ahí y que por circunstancias nunca pude aprender.
Ahora lo estoy consiguiendo poco a poco. Me lleva mucho tiempo, todo el que
puedo se lo dedico, tengo mucha ansia y mucha ilusión por aprender. Uno de mis
sueños se está haciendo realidad.
Estoy bien, gracias a todos los que os habéis preocupado por mi
durante estos meses. Creo que os debía una explicación. Aun no me he ido, el día
que lo haga me despediré.
-”¿Cuál de mis fotos es mi fotografía preferida? Una que voy a
hacer mañana.”
Imogen Cunningham
-”Tus primeras 10.000 fotografías serán tus peores fotografías.”
Henri Cartier-Bresson