TROTAMUNDOS

sábado, 20 de octubre de 2012

CORAZON DE PIEDRA



El tiempo se hace eterno esperando día tras día que las tímidas gotas de agua caigan en mi perpetuo cuerpo. Quiero sentir poco a poco como crecen, se hacen  más fuertes y rápidas hasta sentirlas resbalar por mi garganta. Esa sensación es la que me mantiene viva a pesar de esta postura tan incómoda que tengo que soportar. Pero la lluvia no llega, hace mas de 9 meses que no llueve, las pocas gotas que han resbalado de las nubes tan solo han podido limpiar mis lagañas, mi garganta sigue seca y si pronto no llueve tendré que hacer que las nubes lloren. Ese fue el trato
Sera que los humanos han tomado conciencia y han dejado de mentir?
Inmóvil como siempre, espero a que la noche cubra la ciudad, sin dejar de sonreír maléficamente imaginando mi recompensa. Poco a poco el silencio se va apoderando de la plaza. Estoy expectante, ansiosa, esperando mi presa. Las campanas de la catedral están dando las doce y el sonido de unos pasos caminando por la plaza anuncian la llegada de alguien. Poco a poco sigilosamente desciendo, amparándome en las sombras que bailan con la noche.

El humano no sabe lo que se le avecina, camina ensimismado en sus cosas.  Llega demasiado tarde a su casa y la explicación que tendrá que dar  ha de ser muy convincente. Su mujer y su hijo siempre creen todo lo que les dice, realmente  ha mentido muchas veces y esta será una vez mas, aunque él no sepa que a partir de ahora será diferente. No puede decir que llega tarde porque ha estado en los brazos de otra mujer, no, todavía no quiere. Pero yo lo sé desde hace tiempo.

Me voy acercando al el, leyendo perfectamente su mente, no es la primera vez ni sera la ultima. Desde mi pedestal inmortal he vivido miles de veces mentiras de todo tipo, conozco perfectamente la gente de esta calaña, no sienten ni padecen a sí que al fin y al cabo dejarles insensibles no se notara mucho.
El hombre se sintió observado, pero allí no podía haber nadie, la verja que rodeaba la catedral no daba lugar a escondite. Sin embargo un tremendo escalofrió le puso en  guardia y acelero el paso.
Tengo que asegúrame  que es un pecador no arrepentido  o la lluvia no llegara.
Espero y le sigo silenciosa con mis enormes ojos impasibles, observando como  se adentra por una de las callejuelas que llegan a su casa.
 Camina deprisa, su cabeza es un hervidero de sensaciones nuevas, de miedo y de angustia. De pronto le rozo la  espalda con suavidad, mis enormes garras quieren empezar ya.

Se detuvo y giró en seco esperando no encontrar nada, que solo hubiera sido el viento frio que estaba calando en su piel y erizando todos sus pelos. Pero se encontro conmigo, una extraña criatura que lo mira con una diabólica y grotesca  sonrisa, adivinando sus pensamientos. Y sin darle tiempo a reaccionar abrí mi enorme y sedienta boca abalanzándome sobre el, mordiéndole en el corazón con una feroz saña.

La lluvia empezó a caer tímidamente, cogiendo fuerzas poco apoco, mientras  yo aposentada de nuevo en mi eterna cornisa empiezo a sentirla resbalar por mi garganta.

El humano salió de su casa caminando, arrastrando perezosamente sus pies bajo la lluvia, se paró frente a la catedral subiendo su mirada despacio por las piedras que forman las paredes, hasta encontrarme. Mi grotesca  cara le está mirando sin dejar de sonreír.

Que más te da, antes tampoco te servía para mucho, le dije sin dejar de sonreír irónicamente como yo solo sé. 


Ambos sabían porque aquella maldita gárgola tenía su corazón

miércoles, 10 de octubre de 2012

SOY UNA DIOSA




-Ahhh que dolorrr, esto empieza a ser cada vez peor... Espero saber controlarme…

Ha sido increíblemente fascinante ver hincharse semana a semana el vientre donde crecía mi hija, la transformación del cuerpo es alucinante y sinceramente acomplejante, son demasiados los cambios que experimentan el cuerpo y la mente, aunque tu marido te diga que estas guapísima y ponga cara de póker cuando te asaltan los antojos. 
Sí, soy una Diosa, y tú, y ella y todas las mujeres del mundo. Porque somos capaces de crear vida. Estamos hartas de oír que Dios creó al hombre a su imagen y semejanza…no? pues Dios tenía que ser mujer.

 -Aquí está de nuevo…ahhhhh cada vez duran más…

Tengo a mi lado a mi marido intentando… ni él sabe que intentar, ni que decir, ni que hacer. No se puede mantener una conversación así, en esta postura y menos con estos dolores. El pobre se muerde su labio inferior y con cara de que le duele a él también me separa con mucha ternura el pelo de la cara y me  pregunta con los ojos  entre dolor y dolor, que tal estoy. Ni fuerzas tengo para contestarle, solo me sale una temblorosa sonrisa  y en mi cabeza se agolpan un montón de blasfemias.
Me vienen a la mente esas figurillas  de mujeres embarazadas  sin cara que tienen miles de años y que supuestamente son el primer arte. No me extraña nada que nos hicieran estatuas, monumentos y de todo. Parir es un milagro, es mágico, pero hay que ser realistas… DUELE!!!.

 -Dueleeee, duele muchoooo… 

Claro que sin vosotros no podríamos crear vida, pero es que os ha tocado la parte más fácil y sin  dolor no  hay premio… Decididamente Dios es una mujer.

 -Buf…. ya está aquí otra veeeeeeeeeez…. ahhhhhhh... ni Diosa, ni porrasaaaas…

Con mi respiración agitada y mis riñones doloridos  me pregunto como  si Dios es una mujer  permite que duela tanto parir. Pero entonces recuerdo las cientos de historias de partos que he oído durante los últimos 9 meses. Nunca es igual, los cuerpos son diferentes a si que los partos también.

 -Empiezaaaa de nuevoooo……. ahhhhh...  mamaaaaaa porque no me quitaste la idea de hacerlooooo....

Recuerdo  que mi abuela me conto que cuando nació mi padre estuvo 3 días de parto, con mucho dolor de riñones y  en cuclillas.  Joer abuela,  me has dejado lo mejor… a mi madre no la fue tan mal… porque no se podrán elegir los genes…

 -Esperooooo…. que esto termine prontoooooo…. no me quedan fuerzasssssss...

Pero siempre quedan, quedan para mirar a tu marido y sonreírle con el corazón a cien y la respiración acelerada. Vaya se repiten las mismas cosas que en los mejores momentos… Quizás por eso, porque este será el mejor de los momentos… Pero cuando todo termine!!! Volviendo al marido, le sonríes y le dices:

 -Tranquilo estoy bien… 

Mentira!!! Porque siempre tenemos que mentir  para no asustarles?.. Que sufra de verdad, que pase miedo como tú, dile que duele mucho, que es insoportable y que ya no puedes mas, que se ponga en tu lugar un ratito que le toca ahora a el sufrir las contracciones y a ti apartarle el pelo de la cara…
En las clases  de preparación al parto se aprenden muchas cosas, a respirar cuando los dolores atacan y a mantener la calma ante determinadas circunstancias. Chicas, pero cuando duele…. Hasta la calma se vuelve loca!!

 -Ay joerrrrr.... otra vez.... aprieto los dientes y clavo las uñas en la mano de mi marido y sigo aguantandooo como una Diosaaaa…

Ya no me da tiempo a descansar entre contracciones, el final tiene que estar cerca, pasar de 2 cm a 10 no es fácil, es un proceso lento, a veces demasiado lento.
No sé si Dios es  varón o hembra, pero si estamos hechos a su semejanza  llevamos en nuestros genes parte de ellos. Somos hombres (Ser animado racional, varón o mujer). Por eso los Dioses cuando nos crearon nos hicieron a su imagen y semejanza, con el poder sobre los animales, no con el poder de dominar a ningún otro ser humano.

 -Puñetero dolorrrr… se de sobra porque estas aquiiiii… Mi hija esta cercaaa...

 De repente me entraron unas ganas enormes de empujar. Decir esa palabra por la boca de una primeriza hizo que las enfermeras corrieran a buscar al médico.

 -Me llevan al paritorio, ya es hora, estoy agotada. Ha llegado la hora.

Y puje... saque las fuerzas no sé de donde, creo que mi hija me las dio...
De pronto ya no sentía dolor... Una sensación liberadora me invadió al verla nacer. Se paró el mundo y solo estábamos nosotras.  Me sentí una diosa de nuevo.
El mal rato, mejor dicho las malas horas habían merecido la pena.

Estoy segura que mujeres y hombres fueron creados con igual dignidad, autoridad, capacidad de pensar y de decidir. Sin intención de supeditar a ninguno bajo el mandato del otro. Los dos se complementan, los dos son IGUALES.

 Horas más tarde cuando estábamos los tres solos en la habitación y mientras inspeccionaba cada centímetro de su cuerpo, contando dedos, orejas, comprobando que no había nada deformado y llenando mi cara de una gran sonrisa, me volví hacia mi marido y le dije:

- Una y no más, esto no lo pienso repetir...

Pero repetí... Aunque esa es otra historia.


Ya han pasado 18 años desde aquel día, y mi peque ha crecido mucho. Esta entrada quiero dedicársela a ella, ha entrado ya en la edad adulta y es ahora cuando más  tiene que sentir que es una Diosa.
Si volviera a nacer no me importaría pasar por lo mismo con tal de estar juntas otra vez. 
...Ha merecido la pena... Si fue precioso sentirte dentro aun lo es más sentirte fuera.